EDUCADORA
Disciplina Positiva Familias
¿Cómo podemos trabajar las habilidades parentales?
Es importante tener claro que las habilidades parentales de crianza efectiva se aprenden, no se heredan. Evidentemente, el estilo parental o ciertos patrones conductuales pueden reflejar el de nuestros padres, pero no tiene por qué. ¿Cuántos padres conscientes, atentos y respetuosos no han tenido unos padres rígidos, violentos o descalificadores?
Por ello recurrir a profesionales para adquirirlas es una buena manera. Siempre que se pueda, el formato más completo son los talleres, porque se adquieren a través de la propia experiencia y no se quedan solo en un plano teórico. Además, se aprende junto a otros padres y esa riqueza es muy poderosa. Hoy en día hay multitud de talleres y centros que los imparten, o si no se puede atender a los talleres o no es una opción atractiva para vosotros, cualquier otro método puede ser beneficioso; en especial, las consultas particulares. En ellas se trata cada caso particular, se evalúa y se ofrecen los recursos/herramientas necesarios para cada situación y família. Es un aprendizaje adaptado y específico.
Para una primera toma de contacto, son geniales las conferencias o charlas —muchas veces gratuitas o través de entidades sin ánimo de lucro—, centros públicos o AMPAs. Nos pueden ayudar a reflexionar y entender mejor por qué se está dando un cambio en la parentalidad y hacia qué dirección.
¿Qué es la disciplina positiva?
Es una metodología que tiene sus orígenes en los años 20. Nace de las ideas de Alfred Adler, psiquiatra infantil y creador de la corriente de Adleriana, y Rudolf Dreikurs, psiquiatra austríaco y educador. En los 80’s Jane Nelsen y Lynn Lott sistematizan todo ese cocimiento, logran que se experimente y se comprueban sus beneficios como metodología educacional.
La DP sirve tanto para comprender el comportamiento de los niños como para guiarles en su camino. Tiene la intención de enseñarle al niño competencias básicas para la vida y promueve un acompañamiento positivo, afectivo y respetuoso para padres e hijos.
Los pilares en los que se asienta son la comunicación, el amor, el entendimiento y la empatía. Busca el disfrute de las relaciones familiares y ofrece multitud de herramientas a los padres. Muchas de esas herramientas sirven para entender el comportamiento de sus hijos, incluso cuando no se considera adecuado, y permite así reconducirlo. La reconducción de la conducta se lleva a cabo con respeto, sin luchas de poderes y con una mirada positiva. No incluye el castigo, el control excesivo ni la permisividad.
Adler y Dreikus afirman que “todos los seres humanos nos movemos por un propósito y este es el de la conexión, sentir que pertenecemos y que somos significativos o contributivos a un grupo, a una comunidad, a una familia”.
La DP nos ayuda a entender lo que los niños están pensando, sintiendo y diciendo de acuerdo con los métodos o estilos de crianza de los padres. La conducta del niño es como un iceberg: nosotros solo vemos la parte que está por encima del agua —que es la conducta. Sin embargo, la parte necesaria para entender esa conducta está por debajo, y la DP nos da las herramientas necesarias para conseguirlo.
Un niño en la búsqueda de esa meta de conexión siempre sigue un proceso respecto a las experiencias y relaciones que vive con el entorno:
- Percepción.
- Interpretación.
- Elaboración de una creencia.
- Toma de una decisión.
Veamos un ejemplo: Ana es una niña de 6 años que cada vez que va a un sitio nuevo se porta mal. Pega a otros niños, rompe los juguetes, y no hace caso a nadie. Su comportamiento es la parte visible del iceberg. Veamos qué hay debajo:
Ana, con su necesidad de pertenecer y conectar, se pregunta ¿quién soy?, ¿soy buena? ¿soy mala?, ¿soy adecuada? La respuesta la obtiene de la percepción e interpretación del entorno, en este caso de lo que dicen de ella. Si indagamos, oímos a menudo que los padres y los maestros dicen que “Ana es mala, se porta muy mal”. A partir de esa información, Ana obtiene respuesta a sus preguntas y lo utiliza para pertenecer: elabora su creencia “soy mala” y toma la decisión que “para conectar con los demás, me portaré mal”. Y así es como Ana, cada vez que va a un sitio nuevo, actúa en base a su decisión y su propósito de conexión.
Para cambiar la conducta visible dejaríamos de describir a Ana como mala y la invitaríamos a participar en las tareas o actividades de la família o entorno, como involucrarla en el cuidado de un hermano pequeño, para fomentar su sentido de pertenencia y conexión.
¿Cuáles son los 5 principios de la DP:
- Es amable y firme al mismo tiempo —respetuosa y motivadora.
- Ayuda a los niños a sentirse importantes: conexión.
- Visión a largo plazo: el castigo funciona a corto plazo pero tiene efectos negativos a largo plazo.
- Enseña valiosas habilidades para la vida: respeto, habilidad para resolver problemas, participación, colaboración, responsabilidad.
- Incentiva que los niños desarrollen sus capacidades y sean conscientes de ellas.
¿Qué servicios en DP puedo ofrecerte?
Realizo talleres y conferencias para grupos y entidades a demanda. También realizo consultas privadas presenciales y/o online.
Para más información, puedes ponerte en contacto conmigo a través de la web o email de contacto.
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