Mediación
¿Qué es la mediación?
¿Conoces la mediación? Es ese término tan de moda que aparentemente todos conocemos en mayor o menor medida, ¿verdad? Pues voy a decirte que la mediación es mucho más de lo que su término aparenta: es algo más que un tercero “mediando” entre dos partes en conflicto; la mediación, pese a ser joven, está muy elaborada. Es una disciplina exigente que requiere de grandes habilidades por parte del mediador, algo así como en la psicoterapia, pero aquí además hay una serie de reglas y principios que son indispensables para su éxito.
Pero vayamos por partes: primero qué es y luego cómo funciona. La mediación es una alternativa a la resolución de conflictos no judicial, o sea que tiene lugar fuera de los juzgados. Hasta hace poco, lo más típico en España era utilizar la demanda judicial ante un conflicto. A intereses distintos de las partes sólo se conocía esta vía, que deja claramente a un ganador y a un vencido; es decir, insatisfacción en una de las partes, por no hablar del colapso en los juzgados.
De hecho, los americanos, ya en los 60, vivieron una situación similar. Los juzgados americanos estaban colapsados y desbordados de tanta demanda judicial y muchas veces las sentencias no hacían más que agravar los conflictos. Ante tal panorama se vieron forzados a inventar nuevas maneras para resolver conflictos fuera de los tan estresados juzgados. ¿Y quién lo hizo? Pues los más prestigiosos, ¡claro!, la escuela de derecho de Harvard. Dieron con varias alternativas de resolución de conflictos —que se conocen como ADR—, y una de ellas es la mediación.
Bien, ahora que sabemos qué es la mediación, ¿qué entendemos por conflicto? Aquí una de las definiciones a mi parecer más completas que existen del término:
“Podemos definir conflicto como aquellas situaciones de disputa o divergencia en las que existe una contraposición de intereses, necesidades, sentimientos o objetivos, conductas, percepciones, valores y/o afectos entre individuos o grupos que defienden sus metas como mutuamente incompatible” (Vicenç Fisas i Armengol, 1998).
¿Definimos la mediación? ¡Claro! Es un procedimiento pacífico y voluntario que busca alcanzar el acuerdo entre las partes por medio de un tercero neutral sin autoridad para imponer, ni decidir y en la que se preservan o fortalecen las relaciones futuras de las partes afectadas. Es importante tener claro que la solución viene siempre de las partes, jamás viene impuesta o decidida por parte del mediador. El mediador no dice “tú tienes razón”, “tú no la tienes”; es solo una figura que lo facilita. Y ¿qué se consigue así? Se logra que se lleguen a acuerdos satisfactorios para las dos partes, eso que en inglés se conoce como “win win situation”, es decir, una situación en la que todos ganan. Ya no hay vencedor y vencido. Los 10 Beneficios de la Mediación:
- Mayor rapidez de resolución que un juicio.
- Menor coste económico.
- Permite la continuidad de la relación entre las partes.
- Menor deterioro/desgaste emocional para las partes.
- Otorga a las partes mayor control en la resolución negociada ya que esta no es impuesta.
- Mayor satisfacción con los resultados.
- Garantiza la confidencialidad y ofrece mayor intimidad que los juzgados.
- Efecto preventivo: ambas partes salen beneficiadas y por ello los acuerdos perduran en el tiempo, evitando conflictos futuros.
- Efecto terapéutico: ofrece un espacio a los implicados durante el proceso de resolución para expresar cómo se han sentido ante el conflicto.
- Ofrece un espacio de aprendizaje: se adquieren herramientas, habilidades y conocimientos durante el proceso.
Principios:
Una vez conocemos en qué consiste la mediación y qué beneficios tiene frente a otros métodos o técnicas de resolución de conflictos, es importante entender los principios en los que se sustenta. Los cuatro principios esenciales de la mediación son:
¿Cómo funciona?
ANTES: Previo al proceso hay una fase de premediación donde el profesional mediador evalúa si la mediación es apropiada para ese caso y conflicto en particular. Si lo es se explora la voluntariedad de las partes a participar y se explica en qué consistirá el proceso.
DURANTE: Se reúnen las partes y el mediador. Este se presenta, presenta los principios de la mediación, las reglas del juego —como respetar los turnos, no gritar, ser puntual, etc.— y se firma un contrato de confidencialidad. Lugo se da el turno a los implicados a tiempos iguales para que expongan su visión del problema y aquello que consideran relevante. El mediador hace uso de herramientas y técnicas para redefinir el problema y facilitar que ambas o más partes lleguen a un acuerdo. En cada sesión pueden aboradarse uno o varios temas a negociar.
DESPUÉS: Se hace un seguimiento de los acuerdos alcanzados. Se realiza de forma voluntaria — si las partes no lo desean no hay seguimiento— y siempre en función del tipo de mediación realizada y de los acuerdos obtenidos, ya que no es necesario el seguimiento en todos los procesos. La modalidad puede ser telefónica y/o mediante encuentros presenciales.
Duración del proceso:
Por norma general la mediación es un procesos corto. Sin embargo, es difícil determinar la duración exacta porque depende en gran mediada del tipo de conflicto, evolución, y soluciones propuestas.
Sí se puede garantizar que será lo más breve posible y sus actuaciones se concentrarán en el mínimo número de sesiones necesarias. Para unos casos pueden ser necesarias tres sesiones y para otros seis. Asimismo, una sesión puede durar 1.5 horas en unos casos y 3 horas en otros.
Tipos de mediación según ámbito de aplicación:
- Mediación Familiar.
- Mediación Laboral.
- Mediación Escolar.
- Mediación Comunitaria.
- Mediación Intercultural.
- Mediación Sanitaria.