Psicoterapia Individual
En sistémica, no importa tanto el diagnóstico o etiqueta que se pueda poner al sufrimiento —o conductas asociadas a este—, sino identificar aquello que lo esta generando y/o lo está fijando en el tiempo. Una vez identificado, el principal objetivo es dotar de recursos y herramientas a la persona para que pueda desarrollar las habilidades necesarias que le lleven a disminuir su malestar, además de ser capaz de posicionarse de manera más cómoda y tranquila ante aquello que experimenta.
Desde la sistémica todo síntoma es una oportunidad de cambio: es la forma que tiene nuestro cuerpo de expresar tal necesidad de cambio. Observar todos los síntomas es, entonces, positivo. De esta forma, no se busca hacerlos desaparecer sin más, sino conectar con ellos, conocerlos, entenderlos, cuidarlos y acompañarlos para evitar que vuelvan a salir en el futuro —y para que se tengan los recursos necesarios para hacerles frente si vuelven a aparecer. En definitiva, todo síntoma o malestar que surja en la persona podrá ser trabajado.

Durante el acompañamiento, siempre se tendrán en cuenta los diferentes contextos de la persona y sus relaciones. Sin embargo, a diferencia de la terapia familiar o de pareja, el cambio se centrará únicamente en la persona que lo solicita. Eso sí: si el terapeuta lo considera oportuno y el solicitante está conforme, se podrían invitar a uno o varios familiares —o personas significativas— para una sesión puntal con fines específicos. Esto se conoce como TIS (Terapia Individual Sistémica) con personas significativas y es solo una opción más entre tantas.
¿Que podemos trabajar en psicoterapia individual?
- Sufrimiento, miedos y fobias.
- Baja autoestima.
- Inestabilidad emocional.
- Cambios vitales estresantes.
- Dificultades en la toma de decisiones .
- Estrés.
- Insomnio y/o alteraciones del hambre.
- Mobbing.
- Duelo y pérdidas.
- Infertilidad y embarazo.
- Aislamiento.
- Desarrollo de habilidades sociales.
- Crecimiento personal y autoconocimiento

